sábado, 5 de mayo de 2012

Una nueva cara para una mesa de café

Hoy presento una mesa que llegó a mis manos gracias a una amiga. Por motivos decorativos ya no tenia cabida en su casa, así que pensó en mí antes de tirarla. Con mucho gusto la acepté y este era el aspecto inicial:


Es una mesa muy antigua, de madera maciza pintada en negro (aunque al empezar a rascar pude ver que lo largo de su vida había tenido mas de un color).
El tablero estaba bastante deteriorado por golpes y marcas de haber tenido vasos y demás objetos.


Tuve en mente varios acabados para esta mesa (decapado, pintada de color claro, recuperar el color madera...) pero al final de decanté por mantener el color oscuro que le aportaba personalidad y utilizar a la vez una técnica sencilla y muy decorativa como el "decoupage".
Esta técnica consiste en utilizar papel impreso (generalmente se hace con servilletas de colores, pero también se puede usar cualquier otro tipo de papel que nos llame la atención, incluso con papel de periódico y adherirlo a la superficie que queramos con cola blanca). En mi caso, encontré por casualidad un papel inspirado en cartas, sellos y pequeñas estampas y me pareció muy adecuado a lo que pretendía hacer.
Por supuesto, antes de pegar el papel, lijé y pinté con dos capas de pintura negra al agua (este tipo de pintura es muy cómoda de usar, porque no necesitamos disolvente para limpiar y además es prácticamante inholora), y desgaté las esquinas para que no fuera "tan perfecta".




Para el decoupage, simplemente hay que lijar bien la superficie y limpiarla para no dejar polvo. En este caso concreto he utilizado una sola hoja de papel, pero también se puede realizar con recortes mas pequeños, creando un collage.
Como decía, después de limpiar el tablero, a trozos pequeños, se va extendiendo la cola con un pincel. Hay quien disuelve la cola en agua, pero a mi me funciona mejor extendiéndola bien y con paciencia, y si fuera necesario, se moja un poco el pincel en el agua. De la otra manera el papel adquiere mucha humedad y aparecen muchas burbujas que luego son complicadas de eliminar y afean el resultado final.
Hecho esto, solo hay que dejar secar por completo la cola y el papel.



Al tratarse de una mesa que no va a ser simplemente decorativa, sino que servirá como mesa de café, hay que proteger el papel decorativo de posibles manchas y golpes.
Para eso, utilicé un barniz sintético, satinado e incoloro (además es de secado rápido y resistente al rayado). Pero otra opción que me dieron en la tienda es usar el que tienen los niños en la escuela para los trabajos manuales. También lo he usado, pero me gusta más el acabado del primero.
Con unas 4 capas de barniz es mas que suficiente.
Y el resultado final es este:




Con un poco de tiempo y trabajo, hemos podido darle un nuevo uso y un toque diferente a una mesa que iba a acabar sus días en la basura.
Animaros a hacer lo mismo.

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