miércoles, 25 de junio de 2014

Recuperando una verdadera joya


En una de mis expediciones en las que voy a la caza y captura de alguna pieza interesante, me topé con esta silla-sillón.

La madera es preciosa y está en bastante buen estado. Creo que con un buen lijado y unas buenas capas de cera puede quedar espectacular. 

Lo que se encuentra en peor estado es el cuero. Tiene grapas, recortes, recosidos, alambres... Vaya, un desastre por donde se mire! Parece ser que quisieron sacarle el máximo partido a la pieza sin gastar mucho dinero...


 


La cosa está que me puse a buscar por Internet lugares donde poder encontrar cuero de vaquetilla para poder reponer el estropicio... Y buscando buscando... ¡Encontré una pieza casi idéntica a la mía!



El diseñador de este tipo de sillones se llama Sergio Rodrigues y se le considera uno de los creadores del diseño de muebles en Brasil. 

"En los años 60, con la  Mole Poltrona ("sillón suave"), tal vez su diseño más famoso, dejó su marca en la escena internacional, ganando el 1er premio en el 'IV Concorso Internazionale del Mobile "en Italia en 1961; actualmente, la pieza hace parte de la colección del MOMA de Nueva York."


"El mobiliario de Rodrigues, refleja la identidad brasileña: diseños inspirados en la cultura brasileña y nativa, los materiales naturales, tradicionales como el cuero y la madera solida de eucalipto, jacaranda o peroba."


Ahora sólo me queda encontrar una buena pieza de cuero para devolverle la vida a esta pequeña gran joya! 
¡En breve volveré con los resultados!





viernes, 6 de junio de 2014

Cera para muebles casera - DIY



Hoy quería enseñaros la cera artesanal que he hecho en casa. 
Suelo dar, a los muebles que recupero, una última capa de cera, no solo para proteger la madera o la pintura, sino porque me gusta el acabado que deja. 

Siempre he usado cera para muebles incolora, pero me parecen demasiado industriales.
Y como de lo que se trata en casos de restauración es de devolver la majestuosidad a la pieza, que mejor manera de hacerlo si usamos productos mas naturales. 

Me puse a bucear por Internet y encontré algunas referencias para poder fabricar en casa este tipo de producto. 
Los materiales a usar se pueden encontrar en tiendas especializadas, pero como no sabia bien bien a donde dirigirme (seguramente tendría que haber recorrido varios establecimientos para encontrar todos los ingredientes), volví a echar mano de Internet y encontré una web donde venden mil y una cositas para hacer jabones, cremas, velas, etc etc... 
La pagina es espectacular. Tienen todo tipo de productos y seguro que los amantes de la cosmética natural estarán encantados.

La web se llama Gran Velada, y  dentro también disponen de un blog muy interesante. 
Hice el pedido con ellos y en dos días estaba en casa. Fácil y rápido.

Me decidí por escoger cera de abejas virgen, cera de Carnauba, parafina y una esencia aromática de galleta de miel. 


 
 




La elaboración es simple, pero requiere algo de tiempo. 
Lo primero que hice fue escoger el recipiente donde quería colocar la cera. 
Una vez escogido, lo coloqué al baño María. 

  

En mi caso utilicé una olla grande y un colador viejo. Puse un tarro de vidrio en el centro y añadí las ceras. 
Aconsejo poner primero la cera virgen y la parafina, y por último la cera de Carnauba, ya que tarda menos en fundir.  
También es muy importante que el agua, cuando llegue a ebullición, no entre dentro de tarro de la cera (mantened a fuego medio). 


Una vez la mezcla estaba completamente fundida, la retiré del fuego con cuidado, le añadí la esencia de galleta de miel y una pizca de pintura dorada. La esencia es totalmente opcional; yo la usé para contrarestar el olor profundo del aguarrás, pero también podemos usar hierbas aromáticas. ¡La idea es experimentar!

El último paso será añadir aguarrás puro para que la cera no se endurezca de nuevo y así poder crear una pasta con la que podamos trabajar.

Mas o menos, las proporciones para la mezcla serán de 1/3 de cera (la virgen, de la carnauba y la parafina) y 2/3 de aguarrás.
En mi caso, lo hice un poco a ojo, pero podemos usar una balanza de cocina, si que queremos hilar más fino.




Una vez ya hemos removido todos los ingredientes, dejamos reposar y enfriar.











¡Y así quedó! 
Hice una mezcla pequeña para poder probar en algunos acabados que quiero hacer, pero tengo en mente seguir con la producción. Con diferentes olores y mezclas.
Ya os iré contando!
Feliz fin de Semana!!




domingo, 1 de junio de 2014

El escritorio Fucsia



Si, tengo que reconocerlo, yo también busco y, algunas veces encuentro, tesoritos en bruto en la calle! 
Y no sólo yo, sino toda mi familia!! Siempre que encuentran algo que podría gustarme, me envían una foto y decidimos si apostamos por darles una nueva vida. 

En esta ocasión, traigo para enseñaros un precioso escritorio antiguo que encontraron mis "ayudantes" desahuciado... Me gustó tanto que, me lo trajeron como pudieron metido en el coche!




El estado, como podéis ver, no era el mejor del mundo. Es de madera maciza, y aunque de buena calidad, tenia muchas marcas debidas al paso del tiempo y un poco al descuido.
La tabla estaba un pelín manchada (por bolígrafo, una marca profunda de un vaso...) y marcada. 
Aparte de todo esto, ¡le faltaban los cajones!!! Pero bueno, ningún reto es bueno si no tiene algo de complicación...

Así que me puse manos a la obra.
En seguida tuve claro que quería hacer con ella. Quería renovarla, pero no borrar del todo su esencia antigua ni hacer desaparecer todos sus rasguños. 

Lo primero de todo era crear unos cajones. 
He de decir que en mi vida había fabricado nada parecido... He restaurado muchas cosas, pero no las he montado.
Y la tarea, como ya me esperaba, no fue nada fácil...
La mesa, por el paso del tiempo no tenia una medidas exactas, así que tuve que jugar un poco con los centímetros. 

Además, al no disponer de herramientas avanzadas, no podía hacer un cajón muy sofisticado.
Fui a una tienda de bricolaje con mis medidas, y me cortaron la madera al gusto. Después de eso solo quedaba montar, encolar y clavar.
Y así quedaron:



El siguiente paso fue elegir el papel para el interior del cajón y pintar los laterales internos en un color rosa empolvado. El exterior (al ser una madera muy clara) lo teñí con un tinte al agua para darle algo mas de consistencia y hacerlo más parecido al color de la tabla. 







Una vez terminados los cajones, me puse a darle color a la mesa. Siempre primero lijando para quitar todo tipo de restos y preparar la madera para la pintura (en mi caso siempre utilizo acrílicas al agua).

Me decanté por actualizar toda la estructura inferior (patas y cajones) y dejar el tablero con la madera vista (eso sí, dándole un lijado exhaustivo). 









Una vez pintada la estructura, utilicé barniz incoloro al agua para proteger y el panel solo había que frotarlo bien con cera incolora o amarilla (la que más a mano se tenga) para hidratar y darle brillo.

Los tiradores de los cajones son en tono blanco y azul, de porcelana, y creo que le da un toque diferente y simpático a la pieza. 



























¡Y eso es todo! Ya ha encontrado su sitio en el recibidor de casa. 
Espero que os haya gustado!!