Y con ella vienen las tan famosas calabazas, las cuales, según cuenta la historia, servían para alumbrar el camino de los difuntos hasta el mundo de los vivos.
Los disfraces también cumplían su función; al igual que las almas buenas regresaban a casa, había malos espíritus que se unían a ellas, y los disfraces servían para ahuyentarlos.
Aunque la temática es, en principio, un tanto lúgubre, siempre podemos sacarle la parte alegre y disfrutar creando ambientes divertidos y llenos de color (las tonalidades asociadas a este día son el naranja, el negro y el morado).
Además, también podemos jugar con la parte gastronómica, que tanto nos gusta, y pasar un buen rato en familia o con los amigos.
Internet está lleno de ideas geniales para decorar nuestras casas en estas fechas y, siempre que se pueda, intentando buscar el lado vintage.
PD: quiero hacer un pequeño guiño a la estética del día de los muertos en México. Me encanta el colorido de las calaveras y lo divertido de los esqueletos. De echo, en mi casa, entre toda la estética de nuevo-antiguo que intento buscar, he encontrado un lugar para estos objetos.
¡Espero que disfrutéis de los días de fiesta!
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